Muchas personas me han reprochado el porque no he publicado, simple, estoy haciendo algo que tenia tiempo sin hacer: disfrutar mi vida…
Me había olvidado de ella, y consecuentemente ella de mi, y como consecuencia ninguno de los dos nos buscábamos y nos acostumbramos a no estar con el otro, nos acostumbramos a ese vació que se llama monotonía. Soy feliz.
Me he percatado que voy retrasado (pero no tanto) en mi carrera; he vuelto a retomar con muchos bríos una de mis mas grandes pasiones, la música; he conocido a una linda chica maravillosa que me ha complementado muchísimo y voy para los 24. ¿Que mas puedo pedir?, nada por los momentos, gracias. Este es el balance de mi vida actual.
Estoy contento porque ya le he quitado dos de las tres cabezas a ese monstruo llamado “carrera universitaria”, cosa que a mi parecer es toda una epopeya en una universidad publica y no es que tenga algo en contra de tan significativa institución en mi vida, pero sinceramente, el pasar de los días allí nos prepara hasta para una guerra, y que mas guerra que la civil que vivimos día a día en nuestra Venezuela, país que para mi tiene su pequeña representación (mas que en una universidad privada) en toda universidad publica, ese infierno encantador que me hace sentir como Juan Pablo Castel. En mi casa se vive algo curioso, mi hermana estudia en una universidad privada y yo en una publica, me he dado cuenta que para estar en un grupo de estudio “in” hay que tener mucho “charm”, cosa que uno pierde sin querer cuando la necesidad de pasar una materia se antepone a la afirmación infantil de un status social, actitud que quizás sin querer, incrusta como un chip en cerebros de micos amaestrados un sistema “acorde a las buenas costumbres”. Adoro mi universidad publica, porque, por mas traumático que pudo haber sido a mis 17 años romper esa cúpula de cristal de “Unidad Educativa privada”, adoro abrazar a esa realidad que carcome a mi país, el subdesarrollo, cosa que me ha llevado a una relación de amor y odio. No quiero vivir en un país subdesarrollado (¿o del tercer mundo?).
La música, esa mujer que nunca dejare. No puedo porque nunca ha sido ingrata conmigo. He tenido la suerte de formar bandas con músicos muy buenos, cosa que es necesaria además del felling para poder hacer buena música. Adoro a las bandas de las cuales he formado parte, la primera de la que fui miembro fundador (3 años tocando), y esta segunda donde nos reencontramos algunos del pasado, y en donde se conserva la química. Algo me huele bien aquí y pondré lo mejor de mi. Esto va para rato, y los mantendré al tanto por medio de estas letras.
La flor de mis días, mi Clavel. Yo creo que ninguno de los dos nos habíamos percatado de lo que estaba sucediendo cuando nos conocimos. Me encanta toda ella, y realmente me hizo bien. Nunca nadie había despertado tanta dulzura en mi (no me da pena decirlo). Al tenerla conmigo, lleno tanto mis carencias, que hasta deje de escribir, deje de buscar aquello que me hacia falta por medio de las letras. Deje de escribir “ese”tipo de poemas, que me gustan tanto pero a la vez odio. Hace unos días, ella me devolvió las vibras, y he podido volver a escribir, pero esta vez es distinto, porque ahora ella es mi poema, ella es mi tinta y mi papel. Mi todo. Te quiero, te deseo… te adoro Clavel.
Voy para los 24, como diría mi papa: “Manuel, ya eres un hombre, no dejes los interiores tirados en el baño”, jejeje, eso me causa mucha risa, porque, es verdad, soy un hombre, pero realmente, ¿Qué hombre no deja tirado los interiores en el baño?. Hablando en serio, Puedo decir que he tenido suerte, y no digo en la vida, sino suerte de ver y disfrutar todo lo que me ha pasado en todo su esplendor, en lo bueno y en lo malo, he tenido suerte de equivocarme, rectificar y hacer las cosas bien, he tenido suerte y estoy bien conmigo mismo. Soy feliz.
Ese ha sido mi balance de mi vida actual. ¿Es una buena excusa para haber dejado de escribir un tiempo?, para mi si, jejeje. Dejo esto hasta aquí, porque se que algunos se quejan de que escribo mucho en mis post (¡dígalo Neon!). Sigan posteando, sigan leyendo, que eso nos nutre a todos. Saludos.
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Desolacion, soledad, oscuridad, frio, ¿Acaso...?... la indiferencia es mi mejor arma... camino a pasos apresurados por el callejon, sombras y destellos me obligan a cerrar mis ojos... ruidos extraños inundan con un eco malefico cada rincon y cada momento que pasa me agobian mas y mas... hasta que caigo en cuenta... salir de aqui es la solucion... ¿pero como?... vivir es la unica manera...